En 1957 se llevó a cabo una importante huelga docente en Santa Fe. Según recuerdan sus protagonistas, el mayor obstáculo que debieron superar para llevarla adelante fue el convencimeinto de una gran parte de los docentes que no "era propio de un maestro comportarse como un obrero cualquiera". Y esa frase de escticto sentido común alcanzaba por entonces su máximo nivel de aceptación: era compartida no sólo por funcionarios o gente común, sino fundamentalmente por la gran mayoría de los maestros y profesores.